Libro de magia basada en Sumeria que llama a seres ultra dañinas, incontrolables y primarias
Según esta obra, el libro fue escrito con el título de Kitah Al-Azif (en árabe: "el rumor de los insectos por la noche", rumor que en el folclore arábigo se atribuye a demonios como los djins y gules) alrededor del año 738 d.C. por el poeta árabe Abdul Al-Hazred (cuyo nombre original podría haber sido Abdala Zahr-ad-Din, o Siervo-de-Dios-Flor-de-la-Fe), de Saná (Yemen). Se dice que Alhazred murió a plena luz del día devorado por una bestia invisible delante de numerosos testigos, o que fue arrastrado por un remolino hacia el cielo.
Abunda en datos para hacer verosímil la existencia del libro. Por ejemplo cita como uno de sus compiladores a Ibn Khallikan, erudito iraní o árabe que existió realmente.
También cuenta que hacia el año 950 fue traducido al griego por Theodorus Philetas y adoptó el título actual griego, Necronomicón. Tuvo una rápida difusión entre los filósofos y hombres de ciencia de la Baja Edad Media. Sin embargo, los horrendos sucesos que se producían en torno al libro hicieron que la Iglesia Católica lo condenara en el año 1050. En el año 1228 Olaus Wormius tradujo el libro allatín, en la que es la versión más famosa, pues aún quedan algunos ejemplares de ella, mientras que los originales árabe y griego se creen perdidos.3
A pesar de la persecución, se realizaron distintas impresiones en España durante el siglo XVII.
Supuestamente, se conservarían cuatro copias completas: una en la biblioteca Widener de la Universidad de Harvard, dentro de una caja fuerte; una copia del siglo XV, en la Biblioteca Nacional de París; otra en la Universidad de Miskatonic en Arkham (EEUU) y otra en la Universidad de Buenos Aires. Además, quedarían algunos fragmentos dispersos en Simancas.
La etimología de Necronomicón es más transparente de lo que suele creerse. Aunque la forma no está testimoniada en griego antiguo, se trata de una construcción análoga a adjetivos comunes como ἀστρονομικός (astronómico), o οἰκονομικός (económico). Estos adjetivos están formados por tres elementos: Un lexema (ἀστρο-, οἰκο-, νεκρο-) + el lexema νόμος ('ley, administración') + el sufijo -ικος, sin significado, que sirve para formar adjetivos. Así pues, astronómico significa etimológicamente "relativo a la ley u ordenación de los astros"; el neologismo necronómico sería "relativo a la ley (o las leyes) de los muertos".
Cuando estos adjetivos se ponen en neutro singular (ἀστρονομικόν) o plural (ἀστρονομικά), adquieren un valor genérico: en el ejemplo, "lo relativo a los astros", "las cosas relativas a la ordenación de los astros". Necronomicón, neutro singular, es por tanto "(el libro que contiene) lo relativo a la(s) ley(es) de los muertos", del mismo modo que el Astronomicon del poeta latino Marcus Manilius (s. I d. C.) es un tratado sobre los astros.
En una carta de 1937 dirigida a Harry O. Fischer Lovecraft revela que el título del libro se le ocurrió durante un sueño.1 Una vez despierto, hizo su propia interpretación de la etimología: a su juicio significaba «Imagen de la Ley de los Muertos», pues en el último elemento (-icon) quiso ver la palabra griega εἰκών (latín icon), «imagen».2
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